Juan Gajardo
La conmemoración del centenario del fallecimiento de Luis Emilio Recabarren Serrano ha motivado un conjunto de actividades que buscan el conocimiento y valoración de su obra, aunque, lamentablemente todavía, circunscritas a espacios donde su presencia ya era relevante. Siendo muy significativo lo que se está haciendo, se debería difundir la trascendencia de Recabarren en la construcción de nuestra república a otros sectores, amplios, diversos, para que en julio del año 2026, cuando recordaremos los ciento cincuenta años de su nacimiento, sean también nuevos actores ligados a movimientos sociales, quienes integren a su “bagaje “teórico y su “praxis” social su legado
Porque quizás el punto de partida a este comentario sea precisamente esta situación. El desconocimiento de amplios sectores de la población de quién fue Luis Emilio Recabarren y su aporte a lo que hoy somos como sociedad, lo cual habla en una dimensión del cómo se ha ido escribiendo la historia, a la vez que interpela a modificar esta situación a quienes hoy conmemoramos el centenario de su fallecimiento.
Para describir a Recabaren no nos sirve su fotografía; la imagen estática jamás reflejará la multiplicidad de actividades y funciones que cumplió y en más de una de ellas con el carácter de pionero, pero todas ellas tras el objetivo central al cual dedicó su vida: la emancipación de los trabajadores. Así fue organizador principal del movimiento sindical en Chile, dirigente político relevante, comunicador social creador de múltiples periódicos, generador del teatro obrero, activista destacado de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, entre otras funciones.
Recabarren nace en Valparaíso en 1876 y se forma en el último cuarto del siglo XIX. Recibe educación formal hasta los 11 años en la escuela Santo Tomás del cerro Playa Ancha, “privilegio” que pudieron entregarle sus padres, pequeños comerciantes en el puerto que en aquellos años era el corazón comercial del país, en un período histórico donde sobre el 70% de la población era analfabeta, el conflicto político entre sectores conservadores y liberales respondía a los grados de influencia de la iglesia católica, la economía sufría una crisis que se había hecho evidente a contar de 1870, mientras mutaba desde una matriz fundamentalmente agraria, que operaba sobre estructuras coloniales, a una economía basada en los recursos minerales, con pugnas en las alturas entre la aristocracia agraria y la plutocracia minera, esta última respaldada por el imperialismo inglés, de creciente incidencia. Guerra del Pacífico de por medio, la burguesía nacional se alinea contra el proyecto modernizador del Estado impulsado por un autocrático José Manuel Balmaceda que requería de los recursos que entregaba el salitre para su implementación. La definición del proyecto de Estado se da vía guerra civil en 1891, iniciada por los mandos de la armada en Valparaíso y allí encontramos a un joven Luis Emilio Recabarren como partidario del bando anti balmacedista, asumiendo que los espacios democráticos y libertarios eran defendidos por los sublevados. Se dice que, enrolado en las tropas gobiernistas con la intención de organizar una deserción masiva, al conocer las condiciones de vida de los pobres en Coquimbo, comienza a adquirir conciencia de la necesidad de la lucha social para superar esa situación. Tenía 14 años de edad.
La explotación intensiva del salitre marca también el nacimiento de la clase obrera y junto a ello, surge la denominada “cuestión social”, es decir , el conocimiento de las condiciones infrahumanas en la cual vivían los trabajadores y sus familias, situación que los trabajadores enfrentaron con
movilizaciones que originaron feroces represiones (Valparaíso/1903, Santiago/1905, Iquique/1907) y organizando mutuales y mancomunales, luego sindicatos y que en la dimensión política, encontró una primera expresión en el Partido Democrático, (escisión del sector más progresista del Partido Radical en 1888) bajo la conducción de Malaquías Concha, partido en el cual encontramos militando a don Luis Emilio desde 1894.
Ya en 1899 lo hallamos en Santiago fundando y dirigiendo el periódico La Democracia, aprovechando los conocimientos que tenía como tipógrafo, oficio que desempeñó desde que tenía 12 años. No era inhabitual encontrar a fines del siglo XIX, principios del siglo XX, a líderes sociales fundando y dirigiendo periódicos, pero lo que destaca en Recabarren es su persistencia en ver el desarrollo del movimiento popular ligado a un medio de comunicación. Él donde va funda periódicos, instando y enseñando a sus compañeros a hacerlo también, y es que cree que ese es el medio para ganar la conciencia del pueblo, asociando esta actividad con la lucha ideológica, al igual como las expresiones culturales, por eso crea bibliotecas, arma grupos culturales, organiza compañías de teatro para las cuales él mismo escribe obras, todo con la finalidad de educar a las masas populares. La lucha ideológica también debe generar un relato sobre nuestra historia y en esa dimensión teórica su escrito más conocido, no el único es “Ricos y pobres: la situación moral y social del proletariado y la burguesía”, donde entrega a trabajadores, en este caso de Rengo, un análisis sobre el primer centenario de independencia política de España de nuestro país.
Recabarren es educador popular porque recorrió el país, incluso pequeñas comunas, entregando charlas de formación política.
El ideario político de Recabarren se fue construyendo en su experiencia como líder social, pero también a través de sus lecturas y de su relación con el movimiento socialista de otros países. En Argentina, el 1906/1907 se integra como un militante más al trabajo del Partido Socialista, llegando a ocupar responsabilidades en su dirección. Durante 1908/1909 conoce la realidad de la socialdemocracia europea y entonces, este líder obrero que instintivamente era solidario con las expresiones del mundo popular en otros países se transforma en el internacionalista cada vez más convencido y es así como llega a participar, en 1922, en el IV Congreso de la Internacional Comunista, en Moscú.
Conocido es el intercambio epistolar con Alejandro Escobar y Carvallo, en 1904, Recabarren preso acusado de subversivo por su rol en la mancomunal de Tocopilla y Escobar, definiéndose como ácrata revolucionario, inquiere a don Luis Emilio una definición ¿qué es ud en definitiva? , asumiendo que como militante del partido Democrático que era Recabarren, tenía conductas que él interpretaba como anarquistas o socialistas (señalemos que el anarquista Escobar, luego se hizo militante y dirigente del Partido Democrático y en esa condición fue gobernador durante la dictadura de Ibáñez, la cual reprimió a los comunistas). Allí Recabarren expresa criterios que, más allá de poder ser discutidos o aceptados con los conocimientos actuales, revelan la actitud política de un dirigente de 28 años: “nadie nace con ideas propias, unas se derivan de otras. Los proletarios intelectuales buscamos todas las fuentes posibles donde beber ideas”. “Soy socialista revolucionario, y entre los medios, es decir las armas que llevo hasta hoy en mi bagaje para hacer la revolución, está el parlamentarismo….soy libre de llevar las armas que a mí me plazca para hacer la revolución y libre a mi vez para deshacerme de las que vaya considerando inútiles o gastadas, o ineficaces, o inofensivas” Años después , en 1921 , como parlamentario dice “ Y si vemos que el fraude y el dolo se pone en práctica para atentar contra nuestra ascensión al poder
político ¿qué nos tocará hacer?..nosotros habremos de luchar con firmeza hasta conquistar todos nuestros derechos, primero por medio de la legalidad; pero cuando veamos que se nos cierra el camino de la legalidad, iremos si es preciso y no lo dudéis, a la revolución”. Ya en su madurez, luego de haber fundado el Partido Obrero Socialista, transformado en 1922 en Partido Comunista de Chile, señala: “He vuelto de Rusia más convencido que antes que hay que apresurar la Revolución Social que ponga en las manos del pueblo todos los poderes para la construcción de la sociedad comunista”.
Lamento no tener la capacidad para sinterizar en poco espacio la multifacética obra de este gran líder popular, incomprendido por muchos en su tiempo, incluso al interior del Partido, lo cual es sindicado como una de las causas que le llevaron al suicidio, más aún, el Partido por él fundado bajo la influencia de criterios stalinianos, consideró en 1933 que don Luis Emilio Recabarren era socialdemócrata, pero el paso del tiempo ha permitido constatar que la incidencia de los comunistas en Chile (lo cual lamentablemente no sucede con otros PC de la región) tiene en su origen la rúbrica de los criterios del trabajo político-social establecidos por don Reca.