Branco Moreno Caro
Santiago, 23 de octubre. Este 1 de octubre, se cumplieron oficialmente 74 años desde la fundación de la República Popular China, una historia de reinvención de un país que nace de la mano del explotado campesinado en busca de mejores condiciones de vida y la necesidad por ahuyentar la dominación extranjera.
La tarde del 1 de octubre de 1949, en la plaza de Tian’anmen en Beijing, alrededor de 300 mil personas se reunieron para escuchar la proclama de la fundación de la República Popular China, llevada a cabo por el en ese entonces general Mao Zedong, quien anunciaba a su pueblo y al mundo, que una nueva patria acababa de nacer. Se declaraba así, a Beijing como la capital, a Mao Zedong como el primer presidente, y una división administrativa provincial conformada por 23 provincias, 5 regiones autónomas, 4 municipios bajo jurisdicción central y 2 regiones administrativas especiales. Desde su fundación el país se reconoce como un estado multiétnico, en el cual cohabitan más de 56 grupos, de los cuales la etnia Han es el grupo más numeroso, llegando a alcanzar el 90% de su población.
La victoria comunista en la revolución China
El gigante asiático, vivió distintos procesos revolucionarios de carácter obrero y campesino, en 1925, el Kuomintang (KMT) partido nacionalista y de carácter burgués, comenzó una política de persecución al mundo obrero campesino y a todos los militantes del Partido Comunista Chino. La agitación popular, comienzo a formar fuertes raíces en el campo de esta patria, precisamente en los lugares donde el campesinado vivía en las condiciones más miserables causadas por la explotación de la clase dominante.
Los dirigentes del Partido Comunista comprendieron que el germen de la rebelión se extendería por todo el campo como un rocío, razón por la que el PCCH se puso en la vanguardia de este movimiento, que se expresaba en una política de comunismo agrario, llegando a organizar más de 200 subprovincias. En 1934 se inicia la epopeya militar de “La larga marcha”, forma que adoptó la retirada del PC de las bases rojas de Hunan y Kiangsi. Un año después, en octubre de 1935, los comunistas rompen el cerco nacionalista y sobreviven con 30.000 hombres (de unos 90 mil que partieron de los valles rojos) en las altas montañas del norte de China.
Ante la invasión japonesa, el Partido Comunista Chino, llegó a un acuerdo con los nacionalistas, para combatir al imperialismo que subyugaría al pueblo ante un nuevo opresor. Una vez expulsada la amenaza, a fines de 1945, el KMT nuevamente ataca al Partido Comunista y los campesinos. No obstante, el campesinado se organizó de manera efectiva y precisa, anulando cada ataque y consolidando una reforma agraria sin precedentes, que luego sería legalizada por el gobierno popular.
A 74 de aquella gesta histórica, la República Popular de China se ha convertido en una de las economías más importante a nivel mundial, con un crecimiento abrumador en cada año y niveles de pobreza exiguos, contrastados con un nivel de educación y profesionalismo envidiable en todo el mundo. Para nuestro país, China es uno de los socios comerciales más importantes, en una relación que ha sido cultivada desde el gobierno de Salvador Allende, precisamente por 50 años, el actual presidente Gabriel Boric, acaba de concluir una exitosa gira en el marco del III Foro internacional de la Ruta de Seda y la Franja Marítima, en donde se firmaron diversos acuerdos económicos, educacionales y tecnológicos. Adicionalmente, la política de cooperación multipolar y diplomática que ha llevado a cabo China en los últimos 20 años ha significado un avance relevante en las condiciones de vida, no solo de los habitantes de China, sino también de países africanos, asiáticos y de medio oriente, destacando la normalización de las relaciones y la mediación en diferentes conflictos de países árabes y el desplazamiento del Euro, como la segunda moneda más ocupada para transacciones internacionales.