La economía chilena pasa por un problema de desaceleración en los últimos años, lo que en gran medida se refleja en los deficientes niveles de productividad que se arrastran desde principios del 2000 tras una fase de consolidación del modelo de desarrollo vigente. Según Ffrench-Davis, el balance entre eficaces políticas contracíclicas en lo macroeconómico y una política fiscal progresiva en la década de los 90, fueron cediendo terreno a un sesgo procíclico y liberalizador. Así, se avanzó hacia la consolidación de un modelo económico neoliberal, impulsado por un período de privatizaciones, apertura comercial y desregulación de los mercados. En este contexto, la política económica se orientó a mantener y asegurar el buen funcionamiento de los mercados, dando prioridad a la estabilidad macro financiera sobre otros objetivos de sostenibilidad social.
El modelo neoliberal imperante pone en el centro la transacción global a partir de las ventajas competitivas de los países y el establecimiento de acuerdos comerciales que condicionan el desarrollo de la industria local, siendo muy difícil competir con la llegada de bienes y servicios importados provenientes de los países tecnológicamente avanzados del norte. Los países que intentan salir de la trampa del ingreso medio explotando sus ventajas competitivas, transitan paulatinamente hacia una situación en la que ya no pueden competir contra economías con una producción de mayor valor agregado y enfrentan las limitaciones de la ventaja inicial, con consecuencias en sus niveles de pobreza, desigualdad y bajos salarios. Países como Chile, que se encuentran en esta senda, no logran crecer de manera sostenida en el tiempo.
La escasa diversificación de la estructura productiva de Chile, reflejada en una canasta exportadora concentrada en commodities, fortalece el sesgo rentista y de escasa flexibilidad microeconómica de una clase empresarial que apuesta poco por la innovación y mucho más por la reducción de costos, principalmente salarios y puestos de trabajo (Bitrán y González, 2010). Un reflejo de esto es la desigualdad productiva a nivel territorial, con una alta concentración de productividad en la Región Metropolitana, en detrimento del resto de las regiones del país. Excepto en sectores específicos, en estas regiones se observa una menor formación de encadenamientos productivos y un mercado laboral menos dinámico.
Bajo este contexto, el Seminario “Hacia un Nuevo Proyecto de Desarrollo Nacional” busca ser un espacio de reflexión y debate sobre cómo la concentración económica en nuestro país y el modelo de desarrollo requieren de una transformación estratégica para salir del estancamiento y superar problemas estructurales como la desigualdad.
Convocan:
- Senador Daniel Núñez
- Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL)
- Observatorio de Políticas Económicas (OPES)
Fecha: Lunes 3 de Junio
Horario: 15:00 a 18:00
Lugar: Sala de sesiones Senado Santiago, Morandé 441, Santiago de Chile.
Paneles
- Concentración Económica, ¿Que dice la evidencia hoy en Chile?
Hora: 15:00 – 16:15
El primer panel del seminario tiene por objetivo conocer el estado en que se encuentra la economía Chilena en cuanto a la concentración productiva y financiera, junto con problematizar sobre la institucionalidad de la organización industrial y cómo ésta termina siendo un aliado de la concentración económica y territorial.
Panelistas:
- Bárbara Navarrete; Directora OPES
- Eugenio Rivera; Foro para un desarrollo justo y sostenible
- Hernán Calderón, Presidente CONADECUS
- Elizabeth Contreras; Jefa del Departamento de Fortalecimiento Regional SUBDERE
- Estancamiento productivo y necesidad de una transformación productiva
Hora: 16:30 – 18:00
El segundo panel del seminario tiene por objetivo profundizar en torno a la transformación productiva en Chile, problematizando sobre el principio de las ventajas competitivas, los límites del actual modelo económico y las políticas del estado necesarias para construir una economía más sustentable y productiva.
Panelistas:
- Ignacio Silva Neira, Director Ejecutivo OPES
- José Miguel Ahumada, Institutos de Relaciones Internacionales; U de Chile
- Verónica Robert, Universidad Nacional de San Martín
- Daniel Núñez, Senador de la República