Columnas

[OPINIÓN] No se debe volver a clases presenciales 2020

El Gobierno ha dado a conocer el “Plan Paso a Paso”, que anticipa condiciones para el desconfinamiento de ciudades en cuarentena, lo que abre paso, una vez más, a la discusión respecto de las condiciones para el retorno a clases en el sector escolar. El Plan considera indicadores por debajo de las recomendaciones, para acelerar el levantar cuarentenas. Desestima las recomendaciones de la OMS, como también las del Comité Asesor por Covid, al que no presentaron el Plan íntegro.

 

El gobierno chileno, haciendo caso omiso de las recomendaciones de la OMS y de las buenas prácticas de los primeros países en enfrentar el recrudecimiento de la pandemia optó por alinearse con la estrategia más irresponsable como la adoptada por EEUU, Brasil y Perú, desesperados por proteger la economía por sobre la vida de los y las habitantes.

 

Como consecuencia de ello, Chile aún posee el triste e indignante record de ser primero en muertes diarias por un millón de habitantes, y recientemente desde el PNUD, han señalado que Chile posee un sub reporte de fallecidos de un 61%. ¿Es este un escenario propicio para hablar de retorno gradual de vuelta a clases presenciales?

 

Diversas organizaciones y especialistas ligados a infancia, educación y salud han mostrado su preocupación por la vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes frente a un eventual plan de retorno a clases.

 

Desde el Ministerio de Educación se señaló a la Cámara de Diputados que, niños y niñas no corren mayor riesgo por el Covid-19, afectándolos en menor medida y recientemente han señalado que estos y estas estarían mejor en la escuela, resguardados de abusos. Desconocen la exposición enorme a contagio que correrán en todo el territorio nacional, padres, madres, abuelas, abuelos, guardadoras y guardadores al momento de llegar a los Jardines, ello sin desmedro de que niñas y niños puedan, infectarse o ser portadores, poniéndose en riesgo a todas las familias.

 

La Mesa de Niñez y Adolescencia COVID, conformada por diversas organizaciones ligadas al área de educación, infancia y salud señalaron que es fundamental la protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes en contexto de catástrofe, de acuerdo con lo establecido en la Convención de los Derechos del Niño de la Unicef en 1990.

 

El Estado debe asegurar que ningún niño, niña o joven esté expuesto a ningún tipo de vulneración de derechos y, evidentemente, la vuelta a clases apresurada pone en riesgo su derecho a la salud y el derecho a una educación de calidad.

 

No existen argumentos sanitarios, ni técnicos, ni y pedagógicos que avalen el ingreso a clases de los niños, niñas y jóvenes. Irresponsablemente, algunos lo sugieren fundamentados en facilitar el ingreso, al mundo laboral de las madres y padres.

 

Los máximos de contagios en Europa se produjeron en primavera, y aunque no se pueden hacer traslaciones mecánicas, es un precedente a considerar, es una estación de riesgo. El retorno a clases sin las condiciones y medidas adecuadas puede desembocar en rebrotes peligrosos. Han sido demasiados los errores del Gobierno, que han transitado desde el retorno a clases del 27 de Abril, al retorno a clases gradual hoy, para evitar abusos a la infancia.

 

En cuanto a poder implementar en Jardines, Escuelas y Liceos los protocolos, medidas sanitarias como el distanciamiento social, en salas y recreos, infraestructura básica para atender, como se ha dicho, a menos de 20 estudiantes en los establecimiento educacionales, son muy diversas y en la educación inicial se complejiza más por el tema de los espacio educativos y su relación con los materiales pedagógicos. Jornadas alternas escolares o dividir la sala de actividades con cojines y tocar pandero como alerta de proximidad, como lo sugiere la Intendencia de Educación Parvularia, son medidas a todas luces improcedentes.

 

El sistema escolar y sus actores, requieren de certezas para proyectar su quehacer por el resto del año. Se debiera convocar de urgencia a una amplia Comisión Nacional de Revisión del Currículum, que incluya a los y las docentes de distintos ciclos y modalidades, que hiciera propuestas para el presente y el próximo año, en base a integración de contenidos curriculares y aprendizajes nucleares. El país tiene experiencia en ello.

 

Es preciso resolver ahora, la promoción automática por el presente año a todo el sistema escolar, dando la posibilidad, a quienes así lo estimen, de repetir el próximo año el Cuarto Medio. Resolver con urgencia en toda la Educación Superior, la planificación desde ya de planes, acreditables, de abordaje de diferencias de entrada y/o propedéuticos para primer y segundo año siguiente, en todas las carreras, para la generación que ingrese el próximo año.

 

No se debe volver a clases presenciales por el presente año. Esto último contribuiría a orientar de mejor modo el desarrollo curricular, como la actividad a distancia de docentes y estudiantes hasta fin de año. El ministerio debiera asegurar, que todos y todas las docentes, como los y las estudiantes cuenten con medios tecnológicos para su desarrollo profesional y pedagógico, en tanto dure la pandemia.

 

La educación solo podrá retomar su labor en condiciones de asegurar plenamente el derecho a la educación y salud de niños y niñas, sus familias y trabajadores y trabajadoras de la educación. Sabemos que el virus permanecerá, sin embargo, la vuelta a clases debiese tener como condición la superación de la Pandemia.

 

Lo primero que se suspendió con motivo de la Pandemia fueron las clases presenciales y debe ser lo último en retomar.

También puede gustarte...

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *